La música lo puede todo. Hace tiempo que dejé de seguir el Festival de Eurovisión pero, esta mañana, me he enterado de que Salvador Sobral interpretó junto a Caetano Veloso «Amar pelos dois» la canción que le hizo triunfar el año pasado. Hubiera merecido la pena verlo sólo para disfrutar de la magistral actuación de estos dos grandes de la música.
Salvador Sobral, representante de Portugal, ganador de Eurovisión el año pasado, enfermo del corazón, estaba a la espera de un trasplante, interpretó con una sensibilidad «Amar pelos dois», compuesta por su hermana Luisa Sobral.
Brilló en la gran gala final en Kiev. Para muchos, su actuación, ha sido un gran descubrimiento.
Debido a sus problemas de salud, tenía que llevar un marcapasos, lo que le obligaba a llevar una mochila con pilas alrededor de la cintura, por lo que tiene que vestir ropa ancha.
Ha sido su primera actuación en público, después de someterse a un trasplante de corazón el pasado mes de diciembre.
«El corazón es un músculo, lo importante es el alma, el alma sigue igual» -dice Sobral. El sueño que le queda por cumplir es: «Viajar por el mundo, tocando música y descubrir otras culturas».
«Fueron dos experiencias únicas -reconoce Sobral-. Un día gané el mayor certamen europeo de música pop y toda la gente quería hablar conmigo y, después, estuve cuatro meses en una habitación de hospital entre paredes blancas y me hicieron un trasplante».
Lo que hace grande a Sobral no sólo es que sea un gran músico sino su afán de superación. La música puede ser una buena terapia para superar muchas enfermedades y traumas. El que nace músico, muere músico.
Cuando Sobral asombró el año pasado en Eurovisión con su delicada interpretación de «Amar pelos dois», Veloso difundió a través de las redes sociales un mensaje diciendo: «Quiero que gane Sobral. Es muy bueno».
Con posterioridad, Caetano actuó en Lisboa y la fadista Carminho lo invitó a cenar en su casa, donde también estuvo presente el hermano de Luisa Sobral. Así se cumplió el sueño de conocer a su ídolo y hasta se marcaron un dueto que interpretaron anoche en el Altice Arena ante 20.000 personas.
A Caetano lo descubrí en la película de Almódovar «Hable con ella» cantando «Cucurrucucú paloma«. La sensibilidad con que interpreta sus temas me llegó al alma. Nunca había visto a nadie cantar tan bonito y con tanto sentimiento.
«Lo máximo de esta experiencia -señala Sobral visiblemente emocionado por los elogios del histórico músico brasileño- ha sido haber conocido a Caetano Veloso y cantar con él»,

