LLEGA LA AÑORADA VACUNA CONTRA LA COVID 19

Aquí viene el sol.

 Hoy hace una año que un hombre contrajo un extraño virus en la provincia china de Hubei. Parece que han pasado años pero, después de una larga primavera y un tórrido verano , llega la tan añorada vacuna contra el coronavirus con el anuncio de la biotecnológica Moderna el pasado lunes que alcanza el 94,5% de efectividad. Se pone a la par con la apuesta de Pfizer, que también ha demostrado tener una fiabilidad superior al 90%. Y no necesita conservarse a una temperatura tan baja, menos de 80 ª bajo cero.

El parquet bursátil se disparó. Con tantas restricciones, confinamiento y toque de queda, estábamos más tensos que el Congreso de los Diputados. Era como una pesadilla de la que nunca íbamos a despertar. Habíamos perdido la esperanza y a nuestros mayores en el camino pero hay luz al final del túnel. «Aquí viene el sol» como dice la mítica canción de los Beatles.

Ambas están en fase III que es la indicada para saber si es fiable o no. Otras diez compañías están realizando ensayos clínicos de fase III de vacunas contra el coronavirus –la fase definitiva para demostrar si una vacuna es eficaz y segura–. Los experimentos se llevan a cabo en Australia, Reino Unido, China, India y Rusia. Otras 50 vacunas candidatas se hallan en fases previas de experimentación.

Las dos vacunas se basan en la innovadora tecnología del ARN mensajero y ambas estimulan el sistema inmunitario contra la proteína S del coronavirus.

Según los ensayos de Moderna en voluntarios, la vacuna es eficaz en personas mayores de 65 años cuyo sistema inmunitario está más envejecido. Esto es una buena noticia. Los efectos secundarios incluyen dolor en la zona de punción y, después, en la segunda dosis, fatiga, y dolores musculares y de cabeza, lo que son indicios de la activación del sistema inmunitario para enfrentarse al virus.

Las primeras dosis se distribuirán de manera prioritaria en Estados Unidos cuyo gobierno ha financiado casi íntegramente la investigación.

La vacuna de Moderna tardará meses en llegar a España. La previsión es que se empiece a distribuir entre abril y mayo. El producto se envasará en una planta que la compañía Rovi está construyendo en Alcobendas (Comunidad de Madrid), desde donde saldrán todas las partidas destinadas a la Unión Europea. Esta instalación, que estará terminada en enero, se encargará del proceso final de producción de la vacuna, que incluye el llenado de los viales y el etiquetado.

Después de vivir una primera ola, estar inmersos en la segunda, tras tres arduos y largos meses de confinamiento, los expertos ya hablan de una tercera. El ministro de Sanidad, Salvador Illa, ha señalado que hay que tener prudencia. Yo diría que hay que ser cautos más que prudentes. Todas las precauciones son pocas porque el virus, aunque no lo veamos, sigue entre nosotros.

Se echan de menos los abrazos y los besos, sobre todo, los que hemos perdido a algún ser querido. Pero esta es la realidad que nos ha tocado vivir. Algún día hablaremos del virus en pasado y volveremos a reunirnos con amigos y familiares. Habrá más fiestas patronales, vacaciones de Semana Santa, verano y Navidad. Nos parecerá que hemos vivido un sueño. Ojalá que este futuro no esté muy lejos y se convierta en presente, no en la «nueva normalidad» sino en la «normalidad» que conocíamos antes de la pandemia.

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