No hay guerra sin muertos. En esta batalla los verdaderos perdedores no son los que gobiernan sino los más débiles: las miles de mujeres, niños y enfermos que tienen que huir dejando atrás su hogar, sus raíces, su cultura. Los jóvenes civiles a los que se les entrega un arma para defender a su país. Las consecuencias son tremebundas: la hambruna, la pérdida de libertades y, en último caso, la muerte.
No me gusta ver la crudeza de las imágenes de guerra, pero es necesario difundirlas por todo el mundo para que se pare esta guerra que podría tener unas consecuencias devastadoras.
Todo comenzó en 1991 cuando se produjo la desmembración de la antigua Unión Soviética en 15 repúblicas independientes entre las que se encuentra Ucrania. Esto supone el fin del bloque comunista. Ucrania intenta un acercamiento a Europa barajando la posibilidad de entrar en la Unión Europea.
En 2008, Ucrania y Georgia reciben la invitación para sumarse a la OTAN. Los pro europeos protestan en las calles de Kiev para derrocar al electo presidente Yanukovich, el pro ruso del Partido de las Regiones. Es lo que se conoce como el Euromaidán o Revolución de la Dignidad. En febrero de 2014 las manifestaciones se reprimen con mucha violencia. Putin aprovecha el descontento para invadir la Península de Crimea que es la salida al Mar Negro y un territorio histórico para Rusia. Aquí comienza el conflicto que dura hasta hoy.
Crimea no sólo es muy importante políticamente sino geoestratégicamente para Putin. Los pro rusos prefieren dejar caer a Ucrania en manos rusas que pertenecer a Europa. Ésta impone sanciones a Rusia y reclama la paz, pero sin éxito.
El presidente ucranio Zelenski pide acelerar el ingreso de Ucrania en la OTAN y se recrudece la hostilidad entre ambos países.
El 21 de enero se reúnen Estados Unidos y Rusia en Ginebra para alcanzar una solución al conflicto por la vía diplomática, pero, de esta reunión, no sale ningún acuerdo. Aunque Putin repetía que no invadiría el país, el 24 de enero anuncia la invasión de Ucrania. A las 4 de la mañana bombardea las ciudades más cercanas a la frontera.
La Unión Europea estudia la posibilidad de imponer «enormes» sanciones energéticas y financieras a Rusia. Esto hace peligrar el comercio del gas con algunos países europeos ya que, por ejemplo, Alemania no podría pagar el gas que compra a Rusia. Además, los gaseoductos pasan por Ucrania. Esto va a provocar un mayor encarecimiento del gas y del petróleo.
El ministro de Asuntos Exteriores de Ucrania, Dmitro Kuleba, ha aseverado este viernes que su país ha empezado a recolectar hechos sobre las acciones de las fuerzas armadas rusas tras la invasión del país para enviarlos a la Corte Penal Internacional (CPI).
«Los ataques rusos de hoy contra un jardín infantil y un orfanato son crímenes de guerra y violaciones del Estatuto de Roma», ha escrito Kuleba en Twitter, donde anuncia que estos y otros hechos» serán enviados a la CPI.
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, ha tachado hoy domingo de “irresponsable” a Rusia después de que el presidente Vladimir Putin haya puesto en alerta a la “fuerza de disuasión” nuclear del ejército ruso.
El ministro de Exteriores ucraniano, Dmitro Kuleba, ha advertido que la puesta en alerta de las fuerzas nucleares rusas tiene por objetivo “presionar” a Ucrania, no obstante, afirma en una video-conferencia que su país “no capitulará” ante Moscú. “No nos rendiremos, no capitularemos, no cederemos un solo palmo de nuestro territorio”.
La Alianza Europea de Agencias de Noticias (EANA) ha comunicado hoy su decisión de suspender a la agencia pública de noticias rusa TASS como miembro de la organización debido a que una nueva legislación que ha entrado en vigor en Rusia reduce fuertemente la libertad de prensa.
En las guerras lo primero que se prohíbe y se censura es la libertad de expresión. Los periodistas que dan voz al pueblo se vez obligados a huir si no quieren ser encarcelados o asesinados.
Esta semana, la escritora Espido Freire en una entrevista a la cadena SER, remite a los escritores que quieran manifestar el dolor y el rechazo ante la guerra a PEN Internacional, la única asociación mundial de escritores fundada en Londres en 1921 para promover la amistad y cooperación intelectual entre escritores de todo el mundo.
Ahora, en un documento público afirman que “estamos con los escritores, intelectuales, artistas, periodistas, activistas que en Ucrania y la región han escrito o se han pronunciado en contra de los abusos del régimen de Putin y ahora enfrentan un peligro mortal”. La directora de PEN América, Suzanne Nossel, declara que “los logros democráticos y de derechos humanos obtenidos con tanto esfuerzo por Ucrania, y su propia independencia como nación, corren el riesgo de desaparecer como resultado de la agresión temeraria y peligrosa de Rusia.

